Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1882-1883 (Cortes de 1881 a 1884)
Sesión: 9 de marzo de 1883
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 62, 1352
Tema: Declarando incompatible el cargo de Diputado a Cortes con todo sueldo, cesantía, pensión o comisión retribuida que perciba de fondos del Estado

El VICEPRESIDENTE (Ruiz Capdepón): El Sr. Presidente del Consejo de Ministros tiene la palabra.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Ha dicho el Sr. Cañamaque al concluir: "voy a terminar, no quiero decir más; " y eso lo ha dicho su señoría después de haber dicho ya lo bastante, y aun a mí me parece que más de lo que convenía para la defensa de su proposición de ley.

Al oír defender la proposición de ley del Sr. López Domínguez, y la defensa que ha hecho el Sr. Cañamaque de la suya, he recordado, comparando ambos discursos, algo que dicen acaeció hace tiempo en Madrid.

Subía por la calle de la Montera, si mal no recuerdo, un flamante general que hacía pocos días acababa de ser nombrado, apuesto, buen mozo, el uniforme nuevo; y bajaba, pero llevando la derecha, un anciano respetable, de aspecto modesto y vestido de paisano: era el general Castaños. Llevaba, como digo, la derecha; pero el joven general iba separando de la acera a todos los que se encontraba para que hicieran honor a su flamante uniforme. Llegó casi a tropezar con el modesto anciano, que no quiso dejarle el puesto. Entonces el joven general le dijo al pasar junto a él: " ¿No ve Vd. estos entorchados? " Y el modesto paisano, levantando el chaleco, enseñó el fajín con los tres entorchados, diciéndole: " ¿Y esto es paja? " (Risas.)

El Sr. Cañamaque, al ver que la proposición de ley del Sr. López Domínguez se exigen muchos años para ciertos puestos, ha querido esta tarde decirle: "diga Vd., señor general López Domínguez, y esto que yo hago y que soy capaz de hacer, ¿no es nada? "

Lo ha hecho el Sr. Cañamaque en su nombre y en nombre de la gente joven; y por cierto que S. S. ha salido por los fueros de la clase con gallardía, y lo ha hecho muy bien; la gente joven debe estarle agradecida. Pero como el Gobierno debe representar aquí la gente joven y la que no lo sea tanto, porque aquí hay apenas gente que sea vieja (Risas), el Gobierno que debe representar a los mozos y a los que no lo sean tanto, el Gobierno no puede admitir ciertas exageraciones del Sr. Cañamaque.

Las considero legítimas, como tomadas en justa defensa y en defensa de la gente moza; pero en realidad, S. S., que ha hecho esto muy bien, no ha defendido la proposición de ley que ha tenido por conveniente presentar; porque su objeto, más que defender la proposición que ha presentado, ha sido, como S. S. ha dicho, la defensa de la gente joven. Y puesto que S. S. no ha defendido la proposición de ley, el Gobierno no tiene nada que hacer sino rogarles a los Sres. Diputados que no la tomen en consideración, de la misma manera que no tomaron en consideración la del Sr. López Domínguez. [1352]



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